![]() |
J. M. W. Turner, Fishermen upon a Lee-Shore, in Squally Weather |
Quizá hayas observado que los impactos emocionales
repercuten en tu eficiencia respiratoria. Si nunca te han
perjudicado, no le has dado importancia o no lo has relacionado con la EPOC, presta
atención desde ahora a cualquier altibajo emotivo brusco que pueda presentarse
en tu día a día. Debes saber que no solo los que padecen problemas coronarios
han de estar atentos y procurar no exaltarse ni acalorarse. Tú también. Sobre
todo si eres susceptible o te impresionas fácilmente.
Una vida tranquila y alegre es lo que el médico recomendaría
a cualquier enfermo crónico. Pero tampoco hay que irse al otro extremo: mirar
todo el día a la pared dejaría nuestro ánimo por los suelos, subir a una
montaña rusa tampoco parece buena idea. Podemos entretenernos, disfrutar y
estimular la mente sin excesivos sobresaltos. No es que vayamos a enfermar
porque nos haya tocado el premio gordo, pero mejor que nos den la noticia
despacio, y si el acontecimiento inesperado es negativo con más razón aún. Tampoco
pasa nada por llevarnos un disgusto, son cosas de la vida, pero si esto ocurre
con frecuencia quizá tenga algún efecto aunque nunca averigüemos la causa. Y desde luego, un gran sobresalto, una reacción
airada son poco aconsejables.
Conseguir esto no es difícil. Basta con planificar a
grandes rasgos actividad y sitios apropiados, procurar rodearse de buen humor y
buen amor, apartarse de hostilidad y
conflictos, alternar ejercicio con reposo, disfrutar con lo que hacemos. En una
palabra, en nuestro caso es esencial ser felices. Pongámonos a ello ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para que cuentes eso que siempre has pensado y jamás te atreviste a decir: